INFORMACIÓN PARA EL PACIENTE

¿En qué consiste la ablación desde el punto de vista del paciente? ¿qué debo esperar?

La intervención se realiza en una sala especial de cateterización cardíaca (Laboratorio de Electrofisiología) bajo anestesia local y tras ayunas de unas seis horas. En ciertos tipos de intervenciones puede estar indicada una sedación y analgesia algo más intensas, pero en otros casos la sedación es ligera. Tras administrar anestesia local en la zona de la ingle derecha se punciona la vena femoral y a continuación se avanzan varios catéteres guiados por Rayos X hasta alojarlos dentro de distintas áreas del corazón, habitualmente sin sentir molestia alguna por parte del paciente.

Cuando se requiera inducir la taquicardia el paciente notará una serie de aceleraciones del corazón mediante impulsos eléctricos indoloros. En otros casos puede administarse alguna medicación para conseguir que el corazón se contraiga más rápido o con mayor intensidad. Las señales eléctricas obtenidas por los catéteres son procesadas en equipos auxiliares y sirven para guiar el catéter de ablación al punto-s donde se requiere realizar algunas quemaduras. Dependiendo del punto anatómico del corazón donde se realiza esa diminuta cauterización el paciente puede sentir sensación de molestia en el pecho que puede persistir 15-30 segs o ser completamente imperceptible.

Una vez completada la intervención se retiran los catéteres y se realizará una compresión sobre los puntos de acceso vascular en la ingle. La duración de la intervención habitualmente oscila entre 2-4 horas. Las ablaciones de fibrilación auricular tienen algunos aspectos diferenciales, destacando especialmente que se realizan bajo sedación más intensa y que su duración es más prolongada, pudiendo alcanzar cuatro o cinco horas.


Hospitalización y recuperación tras una ablación

Habitualmente, se le indicará que ingrese en el hospital el mismo día del procedimiento y permanecer en ayunas unas cinco horas antes de la hora programada del inicio. El tiempo de reposo posterior dependerá del tipo de intervención. Cuando la ablación se realiza exclusivamente mediante acceso venoso deberá guardar reposo en cama durante 6 horas.

Si se ha realizado acceso arterial el reposo será de 12 horas, debiendo evitar flexiones de la extremidad durante este tiempo. En ausencia de incidencias, permanecerá una noche ingresado y podrá ser dado de alta la mañana siguiente al procedimiento, recomendando un reposo domiciliario adicional de uno o dos días. Podrá retornar a su actividad habitual en 3 ó 4 días.


¿La ablación deja algún tipo de secuelas en el corazón?

La ablación consiste en crear mediante la punta de un catéter una diminuta lesión en la pared interna del corazón, de forma que ese tejido cuya participación es imprescindible para el mantenimiento de la arritmia quede eliminado desde el punto de vista funcional. La energía que se utiliza para crear las lesiones es radiofrecuencia (quemadura) o crioterapia (congelación). En ausencia de incidencias excepcionales, tales quemaduras o congelaciones puntuales no modifican la forma en que el corazón se contrae ni producen ningún tipo de secuela en la función del corazón.


¿Qué probabilidad existe de eliminar definitivamente la arritmia? ¿Puede repetirse el procedimiento de ablación?

La tasa de éxito que puede esperarse en una ablación depende entre otros factores del tipo de arritmia y su complejidad asociada –en relación a aspectos anatómicos o funcionales en su mecanismo. En muchos casos, el tipo de arritmia a intervenir es conocido desde que el paciente se ve en consulta.

En otros, sin embargo, el tipo concreto de arritmia se diagnostica en la propia intervención, tras haber introducido varios catéteres e inducido la taquicardia clínica del paciente y reproducido sus síntomas. El porcentaje de éxito se sitúa por encima del 90% para la mayoría de las taquicardias más habituales, si bien en el caso de ablación de fibrilación auricular son más realistas tasas del 70%. Su médico le explicará con antelación estos aspectos y le dará una estimación individualizada.

En algunos casos, a pesar de que inicialmente la intervención haya sido exitosa, la arritmia puede recurrir al cabo de meses o años, estando indicada una nueva sesión con la finalidad de eliminar definitivamente el problema. En el caso de que la arritmia sea fibrilación auricular la probabilidad de recurrencia es mayor, pero probablemente también se le indique un nueva intervención, lo cual aumentará de forma significativa a su vez la probabilidad de curación de la arritmia.


Recuperación y cuidados tras el implante de un marcapasos o desfibrilador

Aunque es habitual sentir molestias en la zona del implante durante la primera semana, podrá incorporarse a su actividad habitual en 3 ó 4 días. Durante las dos primeras semanas, se recomienda no levantar pesos con el brazo próximo al implante del dispositivo y deberá evitar levantar el brazo por encima del hombro durante las 6 primeras semanas.

Deberá llevar siempre consigo el carnet del marcapasos o desfibrilador y notificar que es portador de un dispositivo electrónico cuando reciba atención médica de cualquier tipo.


¿Cuánto dura la batería de un marcapasos o un desfibrilador?¿qué hay que hacer cuándo se agota?

En general, los marcapasos tienen una longevidad de 8-10 años, y los desfibriladores, de 5 a 8 años. Cuando se agota la batería, hecho que el médico reconocerá siempre antes de que se agote totalmente gracias a los controles periódicos del dispositivo que deberá seguir, se recambiará el generador. Ello implica desconectar los electrodos ya existentes y conectarlos a un nuevo generador. Por tanto, no se han de recambiar los electrodos, lo que hace que el procedimiento de recambio del generador sea una intervención habitualmente más rápida y sencilla que el implante del marcapasos o desfibrilador.

¿Pueden sufrir mis hijos la misma arritmia?

Existen ciertos síndromes relacionados con arritmias graves (síndrome de Brugada, síndrome QT largo, etc) que poseen una base genética hereditaria, de modo que pueden transmitirse de una generación a otra.

En términos generales, sin embargo, la mayoria de las arritmias más habituales carecen de un componente hereditario, lo que no excluye que en algunas familias se reconozca una incidencia aumentada respecto a la población general de ciertas arritmias como fibrilación auricular, síndrome WPW, etc.